09 diciembre 2019
En su último informe medioambiental, publicado en junio de 2019, la empresa Diam Bouchage está mostrando excelentes resultados en términos de balance de carbono. Teniendo en cuenta el secuestro de Co2 por los bosques de alcornoques en el análisis de su ciclo de vida, cada tapón de corcho producido, de hecho, tiene ¡una huella de carbono negativa!
Diam Bouchage ha implementado una política medioambiental desde 2009, perfectamente integrada en todas sus plantas industriales. Compromete a la empresa a mejorar continuamente el rendimiento de sus herramientas de producción.
"El corcho con el que trabajamos todos los días es un material noble y natural... sabemos la importancia de preservar nuestro hermoso planeta. La voluntad de trabajar para el futuro, más allá del cumplimiento de las regulaciones, es lo primordial en nuestro desarrollo." Dominique Tourneix, Director GeneralEl balance de carbono de las tapas de corcho Diam y Mytik se calcula desde el suministro de materias primas hasta la salida del producto de la fábrica. Tiene en cuenta la excepcional capacidad de secuestro de carbono por parte de los alcornoques, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea.
Los alcornocales son sumideros de carbono, que lo capturan por fotosíntesis. Los expertos estiman que este secuestro de carbono está en el rango de 10 a 15 toneladas de CO2 por tonelada de corcho cosechado.
Un tapón de corcho Diam para vino sin gas y un tapón de corcho Mytik para vino espumoso contribuyen al secuestro de 150g y 250g de CO2 respectivamente; 6 a 8 veces más que las emisiones de su producción.
En total, un tapón de corcho Diam tiene un resultado de -124g EqCo2, y un tapón de corcho Mytik, -218g EqCo2; ¡datos que afectan al Balance de Carbono de los viticultores que utilizan estos tapones de corcho!
Diam Bouchage, está cada vez más involucrada en el desarrollo sostenible y la responsabilidad social. El crecimiento de las ventas de tapones de corcho de base vegetal Origen by Diam y la reactivación de la industria del corcho en Francia son ejemplos perfectos de ello