02 enero 2017
Entre las numerosas ventajas de los tapones Diam (ausencia de sabor a tapón* y de desviaciones organolépticas*, permeabilidad controlada, homogeneidad, etc.), se encuentra la disminución de las dosis de SO2 en el vino.
Al inhibir las oxidaciones, el desarrollo del moho, las levaduras y las bacterias, el SO2 desempeña una función microbiológica. Sin embargo, las tendencias enológicas van hacia la reducción de su utilización, considerada a veces como la responsable del dolor de cabeza y el ardor de estómago que provoca a través el vino.
Varios estudios realizados por el AWRI, el ISVV y, más recientemente el IFV, han demostrado que los tapones de corcho Diam preservan mejor el SO2 existente en la botella que los tapones tradicionales. Así, permiten considerar una vinificación que utiliza menos SO2 (de 10 a 15 mg/l) ofreciendo una protección similar.
La homogeneidad de los productos Diam, garantizada por sus productos de fabricación, aporta la seguridad de tener la misma tasa de SO2 en todas las botellas Por eso, es inútil poner una dosis mayor, de forma preventiva, para garantizar la preservación de cada botella.
Los tapones Diam, adaptados a los vinos de guarda, presentan entre otras cosas una menor intensidad oxidativa. En el caso de los vinos muy poco sulfitados, está comprobado que limitan la evolución oxidativa y preservan la cualidad sensorial global.
* TCA cedible (≤ al limite de cuantificación de 0,3 ng/l)